Personalidad y Emociones - Cómo influyen en nuestras vidas.

 LA PERSONALIDAD Y NUESTRAS EMOCIONES

Cuando los psicólogos hablan de personalidad se refieren a un concepto que describe el crecimiento y desarrollo del sistema psicológico de una persona.

PERSONALIDAD:
Es todas las formas la suma total en que un individuo reacciona y se relaciona con los demás.

La personalidad y las emociones son dos fuerzas poderosas que se entrelazan y moldean profundamente nuestras vidas en múltiples aspectos.

La Personalidad como Base

Piensa en tu personalidad como un patrón relativamente estable de cómo piensas, sientes y te comportas. Es como el "sistema operativo" fundamental que influye en cómo tiendes a reaccionar ante las diferentes situaciones. Por ejemplo:
  1. Una persona con alta extraversión probablemente buscará activamente interacciones sociales, disfrutará de fiestas y se sentirá con energía en entornos grupales. Esto puede influir en sus elecciones de carrera (ventas, relaciones públicas), sus actividades de ocio (deportes en equipo, vida nocturna) y la forma en que construye sus relaciones (amplia red de amigos).
  2. Alguien con alta responsabilidad tenderá a ser organizado, puntual y orientado a objetivos. Esto puede impactar positivamente su desempeño académico o laboral, su capacidad para planificar a largo plazo y su fiabilidad en las relaciones.
  3. Una persona con alto neuroticismo puede experimentar emociones negativas con mayor frecuencia e intensidad. Esto podría influir en su nivel de estrés, su susceptibilidad a la ansiedad o la depresión, y la forma en que maneja los desafíos. En esencia, tu personalidad crea una predisposición hacia ciertas formas de pensar, sentir y actuar, lo que a su vez da forma a las decisiones que tomas, las relaciones que cultivas y las experiencias que vives.

Las Emociones como Respuesta Dinámica:

Las emociones, por otro lado, son respuestas psicofisiológicas más inmediatas y breves a eventos significativos. Son como "alertas" internas que nos informan sobre lo que está sucediendo a nuestro alrededor y dentro de nosotros, y nos preparan para actuar.
  1. Si te sientes feliz por un logro, es más probable que te sientas motivado y optimista para enfrentar nuevos desafíos.
  2. Si sientes miedo ante un peligro, tu cuerpo se prepara para la lucha o la huida, lo que puede ser crucial para tu supervivencia.
  3. Si sientes tristeza por una pérdida, es una señal para procesar el dolor y buscar apoyo.

La Interacción entre Personalidad y Emociones:

Aquí es donde la influencia se vuelve más interesante: tu personalidad puede influir en la frecuencia, intensidad y duración de tus emociones, así como en la forma en que las expresas y las gestionas.
  1. Una persona con alto neuroticismo puede ser más propensa a experimentar emociones negativas intensas incluso ante pequeños contratiempos.
  2. Alguien con alta amabilidad puede sentir más empatía y tristeza ante el sufrimiento de los demás.
  3. Una persona extrovertida puede expresar su alegría de manera más efusiva que alguien introvertido. A su vez, las experiencias emocionales repetidas también pueden, con el tiempo, influir sutilmente en algunos aspectos de la personalidad, aunque generalmente se considera que la personalidad es más estable.

Determinantes de la personalidad 

La personalidad no surge de la nada; está moldeada por una compleja interacción de diversos factores. Los principales determinantes de la personalidad que se han identificado en psicología son:

  • Cultura: Los valores, normas, creencias y costumbres de la sociedad en la que crecemos tienen un profundo impacto en el desarrollo de nuestra personalidad. La cultura influye en qué rasgos se consideran deseables o indeseables, cómo expresamos nuestras emociones y cómo interactuamos con los demás.
  • Familia: La dinámica familiar, el estilo de crianza de los padres, la calidad de las relaciones con los hermanos y el ambiente emocional del hogar son determinantes cruciales. Las primeras experiencias familiares sientan las bases para el desarrollo de la confianza, la seguridad, la autonomía y las habilidades sociales.
  • Grupo de iguales (Amigos y compañeros): A medida que crecemos, las interacciones con nuestros amigos y compañeros se vuelven cada vez más importantes. El grupo de iguales puede influir en nuestras actitudes, comportamientos, valores y sentido de identidad.
  • Experiencias de vida: Eventos significativos como traumas, logros importantes, cambios de residencia, enfermedades, relaciones significativas y experiencias educativas pueden moldear nuestra personalidad de manera profunda y duradera.
  • Educación: El tipo de educación que recibimos, los valores que se nos inculcan en la escuela y las oportunidades de aprendizaje contribuyen al desarrollo de nuestra personalidad.

  • Si bien los rasgos de personalidad tienden a ser relativamente estables, la situación específica en la que nos encontramos puede influir en cómo se expresan esos rasgos y en nuestro comportamiento en un momento dado.
  • Por ejemplo, una persona generalmente extrovertida puede comportarse de manera más reservada en una situación formal y desconocida. De manera similar, una persona generalmente tranquila puede reaccionar con ira ante una provocación extrema.
  • La situación proporciona las pistas y los incentivos que pueden activar o inhibir la expresión de ciertos rasgos.

Las Emociones

Son sentimientos intensos que se dirigen a algo o a alguien, las emociones no son un rasgo sino una reacción a un objeto y son específicas de este.

Ejemplo: uno muestra sus emociones cuando se siente feliz por algo, enojado con alguien, temeroso por algo.

Emociones: es una gama extensa de sentimientos que experimenta la gente.

Estado de ánimo: son sentimientos menos intensos que las emociones y que carecen de estímulos contextuales.

Trabajo emocional: situación en la que un empleado expresa emociones adecuadas para la organización durante el trato entre personas.

Ejemplo: se espera que uno sea cortés, no hostil en el trato con los compañeros, se espera que los gerentes recurran al trabajo emocional para alentar a las tropas.

Tipos de emociones:

Emociones sentidas: son las emociones reales del individuo.

Emociones manifiestas: emociones que se requieren en la organización y que se consideran apropiadas en el puesto

Dimensiones de las Emociones

Variedad: pueden ser positivas y negativas: entusiasmo, envidia, miedo, frustración, felicidad, odio, esperanza, celos, amor, orgullo.

Inteligencia Emocional

Conjunto de capacidades, habilidades y competencia que no son cognoscitivas y que influyen en la capacidad de una persona de enfrentar las exigencias y presiones de su entorno. 

Está compuesta por 5 dimensiones:

  1. Conciencia: estar al tanto que uno siente 
  2. Administración personal: capacidad de manejar emociones e impulsos propios
  3. Motivación: capacidad de persistir antes reveses y fracasos
  4. Empatía: capacidad de percibir lo que sienten los otros 
  5. Habilidades sociales: capacidad de manejar las emociones de los demás

Toma de decisiones: las personas toman decisiones distintas cuando están enojadas y tensas que cuando se hallan tranquilas y sosegadas, las emociones negativas pueden restringir la búsqueda de alternativas nuevas y producir un uso menos de la información, las emociones positivas pueden aumentar las capacidades de solución de problemas y facilitar la integración de la información.

Motivación: las teorías de la motivación postulan que los individuos están motivados en la medida en que se espera que su comportamiento conduzca a los resultados esperados.

Ejemplo: ascenso, bonos, seguridad.

Conflicto: cuando surgen conflictos, también hay emociones. El éxito de un administrador para resolver conflictos es atribuible en buena medida a su capacidad de identificar los elementos emocionales y de hacer que las partes resuelvan sus emociones.

Interacción de los Determinantes:

Es fundamental comprender que estos determinantes no actúan de forma aislada, sino que interaccionan de manera compleja para dar forma a nuestra personalidad única.

  1. Nuestra herencia genética puede influir en cómo respondemos a ciertas experiencias ambientales.
  2. El ambiente en el que crecemos puede influir en la forma en que se manifiestan nuestras predisposiciones genéticas.
  3. Nuestra personalidad también puede influir en las situaciones que buscamos o evitamos.

En resumen, la personalidad es el resultado de una danza continua entre nuestra naturaleza heredada, las influencias de nuestro entorno y las demandas de las diferentes situaciones que enfrentamos a lo largo de la vida. Comprender estos determinantes nos ayuda a tener una visión más completa y matizada de la complejidad de la personalidad humana.

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