Pensamientos tóxicos que sólo te perjudican

¿hasta que punto los pensamientos toxicos y negativos afectan nuestros resultados?  
  Lo que marca la diferencia no es que que tengas un problema o no, sino cómo reaccionas ante él           

1. Resistirte a la realidad.

 Puedes cambiar: puedes cambiar de trabajo, mejorar tu aspecto físico, aprender algo nuevo, etc. Pero también hay cosas que no puedes cambiar (entre ellas a ciertas personas ): no puedes cambiar que tu jefe no sea como tu quieras, no puedes cambiar que vaya a llover, o tener que pagar la hipoteca o impuestos…
Hay muchas cosas que tu directamente no puedes cambiar, pero puedes aceptarlas en vez de resistirte y eso hará que estés más relajada y que puedas tomar mejores decisiones al respecto.

2. Pensar que las cosas son siempre mejores o más fáciles o… para los demás.

Las personas que han conseguido lo que quieren no lo han tenido fácil. Todo cuesta y da igual que seas más rico, más guapa, más delgada, morena, rusa, madre o soltera. Cada situación tiene sus pros y sus contras, unas cosas te resultarán más fáciles y otras más difíciles. Una persona alta quizá llegue mejor a la canasta pero tenga problemas para comprarse un coche. Una persona guapa quizá consiga antes un trabajo (no tengo ni idea, que conste) pero luego la subestimen porque es demasiado guapa.
ada uno tiene sus problemas y sus circunstancias y, en general, el que llega alto es porque ha trabajado mucho, ha tomado decisiones, se ha arriesgado y no se ha quedado de brazos cruzados. Por eso encuentras gente de todo tipo con éxito (incluyendo muchas que seguro que lo han tenido bastante más difícil que tu. Y no lo digo para hacerte sentir mal sino para que veas la realidad y te quites la máscara de víctima cuanto antes.)
Así que no te engañes, deja de pensar en lo “fácil” que lo tienen los demás y si de verdad quieres algo ponte manos a la obra.

3. Preocuparte por lo que piensan otras personas

 Esto es inevitable. Somos humanos, tenemos nuestro corazoncito y en general queremos gustar, así es la vida. Pero una cosas es aceptar que te preocupe y otra muy distinta dejar que limite tu vida.

4.  Pensar que solo hay una cosa buena o correcta y el resto ya no lo son

Esto es algo que poca gente se ha parado a pensar, es como el tema de encontrar tu vocación. Parece que o tienes clarísima tu profesión ideal o vas a ser infeliz el resto de tu vida. Y solo hay una opción válida, buena, correcta, el resto no te conviene o no merece la pena.

5. Pensar que eres una víctima

Es decir, quejarte por todo y echarle la culpa a los demás o a las circunstancias. Puede que no te guste lo que te está pasando, pero culpar a los demás no va a solucionar nada. Es hora de hacerte responsable de tu vida y de tus decisiones, y de poner manos a la obra para hacer los cambios que de verdad quieres. Y no, no es fácil. Ni para ti ni para nadie.

6. Pensar que puedes cambiar a otras personas

En esto caemos todos en algún momento u otro y por distintas razones, pero es frustrante e inútil. Tu puedes ayudar a cambiar a alguien que esté dispuesto a hacerlo, pero quien no quiere cambiar o ni siquiera es consciente de que puede hacerlo no va a hacerlo por más que tu te empeñes. Es difícil de a asumir pero hay que aceptar a las personas exactamente como son y ayudarlas en lo que te pidan o servirles de inspiración cambiando tu para que encuentren esa motivación.
Si no te ves capaz de aceptar a una persona como es quizá tengas que replantearte la relación o cambiar tu a ver qué sucede…
Nada fácil tampoco.

 

 

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